Era un viernes 20 de julio de 1810, en Santa Fe, la capital del virreinato de la Nueva Granada, el cielo se agitaba tanto como el ánimo del pueblo. Nadie se imaginaba lo que iba a pasar, pero todos sentían que algo estaba por romperse. El ambiente estaba cargado, como si la misma ciudad contuviera el aire. Ese día, un grupo de criollos tenía un plan. Querían provocar una chispa, una excusa para reunir al Cabildo Abierto, armar al pueblo y romper, aunque fuera simbólicamente, con el poder español. Sabían que la situación política en España, invadida por Napoleón, abría una grieta. Y ellos iban a empujarla. El encargado del acto fue Luis de Rubio, quien se dirigió a la tienda de José González Llorente, un comerciante español. La excusa: pedir prestado un florero para adornar la mesa de un banquete en honor a Antonio Villavicencio, un enviado del gobierno de Cádiz. Sabían que Llorente diría que no. Y así fue. El rechazo, con palabras despectivas, hizo estallar el grito que habían planeado...
Martín Orozco Rada: Toda una vida dedicada a la docencia 1 ¿Podrías contarme un poco sobre tu trayectoria como profesor universitario? A esta pregunta que tú me haces de que te cuente un poco sobre mi trayectoria como profesor de la universidad, realmente es interesante, porque hay que sacar a relucir que ha sido un espacio en donde se deben afrontar retos y desafíos de manera constante, con el objetivo de uno poder ir haciendo su trabajo de la manera que lo ha proyectado y con el propósito de hacer una verdadera formación en cada uno de esos grupos que la vida le ha puesto en las manos a uno como educador. 2. ¿Qué te motivó a dedicarte a la enseñanza? Con relación a qué me motivó a dedicarme a la enseñanza, te cuento que desde que estaba en mi primaria veía con admiración cómo, por ejemplo, mi maestra de segundo año se esmeraba porque cada uno de sus estudiantes hiciera la tarea. Y cuando no llevaba la tarea, esa señora, con mucho amor, trataba de explicar cómo debía hacerse, cu...